Cristina Rubalcava pinta, viste catrinas y escribe canciones
La Jornada, 15 de marzo de 2008
La pintora, quien vive en París, visita México para desarrollar intensa actividad cultural La artista muestra su colección Ex votos a la virgen de Guadalupe en el museo de la Basílica
Prepara una exposición individual que montará en Budapest, adelanta a La Jornada
Pinta cuadros, viste catrinas, recorre capillas europeas, cuenta la historia de muchas vírgenes que se asemejan a la Guadalupe mexicana, hace murales, dona cuadros y en sus ratos libre escribe canciones para Los Tigres del Norte.
Es la pintora mexicana Cristina Rubalcava, quien radica en París desde 1970 y comparte el premio Grammy que recién obtuvo esa agrupación musical por ser la autora del tema El Muro, incluido en el disco Detalles y emociones, considerado el Mejor Álbum Norteño de 2007.
La artista se encuentra en México para atestiguar el recibimiento en el país de una muestra que organizó con sus colegas franceses, contagiados de su entusiasmo por apoyar la diversidad cultural mediante el intercambio de ideas y proyectos.
En complicidad con una veintena de pintores, Rubalcava integró la colección Ex votos a la virgen de Guadalupe, con obra de artistas interesados en el fenómeno en torno a esa figura religiosa, sin ser ellos creyentes.
“Hubo mucha generosidad, les propuse que abrieran su alma para que dieran gracias o pidieran por algo mediante un cuadro. Esta pequeña idea hizo que muchos dejaran hablar a su corazón, inclusive después de varios años de estar reprimidos o simplemente de no poder acercarse a su espiritualidad.
“Por ejemplo, un pintor dio las gracias, luego de cuatro décadas, por haber tenido una hija, nunca había encontrado a quién agradecerle. Los cuadros se exhiben en el Museo de la Basílica de Guadalupe hasta el 6 de abril, y a ese recinto los donaremos.”
Subasta en pro de niños huérfanos
Cristina Rubalcava prepara una exposición individual para la galería Ujpest, de Budapest, a la cual llevará 40 obras en mayo, con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La muestra, explica en entrevista con La Jornada, “va a itinerar por Europa del este, donde ha habido un gran resurgimiento artístico. Es muy buen momento para llevar mi obra a esos lugares, salir un poco de la Europa tradicional.
“Llevaré mis cuadros inspirados en boleros, también bodegones de fruta mexicana, escultura en bronce de animales de México y dos murales, uno sobre el día de Todos Santos y otro sobre la canción mexicana. Cada cuadro de la serie de los boleros tiene el nombre de una canción, por ejemplo Acércate más. Se trata de promover nuestra cultura, nuestra música.”
En diciembre, Rubalcava presentó en la parroquia de los Santos Húngaros, de Budapest, Hungría, su exposición itinerante dedicada a la virgen de Guadalupe. La pintora va sumando a esa colección de pinturas un cuadro con la historia de cada recinto religioso que la recibe.
“En esta ocasión plasmé la historia de santa Isabel, que es muy similar a la de la virgen de Guadalupe, pues cuando apareció también había rosas. A la exposición acudieron muchas personas que no forzosamente eran religiosas, lo cual demuestra que el arte entra también mediante la espiritualidad, lo cual es muy importante.”
Entre octubre y noviembre de 2007, fue el museo Quai Branly, de París, el recinto que albergó diversos altares de Día de Muertos diseñados por Rubalcava. Entre los talleres que organizó destacaba uno que contó con la participación de la casa de modas del afamado diseñador Emmanuel Ungaro.
No sólo se vistió a una Catrina, la emblemática calavera de José Guadalupe Posada, sino que los modistos obsequiaron diversas telas y aditamentos para que los participantes en un taller arroparan a la calaca.
El próximo mes, Cristina participará con obra de su autoría en una subasta para recaudar fondos en favor de niños huérfanos, hijos de migrantes, organizada por el gobierno de Sonora.
La pintora prepara un mural para ser reproducido en las distintas fábricas de artes y oficios (Faros) del Distrito Federal. La obra original será expuesta en el Museo de la Ciudad de México.
Mónica Mateos-Vega
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